El sector porcino en América Latina está en auge, con países líderes tanto en producción como en exportación, como Brasil, México, Chile, Colombia y Argentina. La demanda también está en aumento, y las previsiones para 2024 indican un incremento del 3,6 % en la producción regional y un aumento del 4,7 % en las exportaciones. Esta tendencia está impulsada por la modernización tecnológica de las grandes explotaciones que producen para los mercados de exportación, así como por el apoyo a las pequeñas y medianas explotaciones, una prioridad política en países como México y Colombia.
Brasil destaca por su alto nivel de mecanización y capacidad comercial, con estimaciones de alcanzar un nuevo hito de producción para 2025. En Argentina, se esperan incrementos significativos gracias a un mayor consumo interno. Sin embargo, los costos de los piensos balanceados (harina de soya y maíz), que constituyen la base económica central de la región, representan un desafío importante.
En cuanto a sostenibilidad, cada vez más granjas están instalando biodigestores para gestionar residuos y minimizar el impacto ambiental. Las estrictas normativas sobre bienestar animal y bioseguridad están transformando también estos aspectos en Chile y Brasil, en cumplimiento de los estándares internacionales, lo que además hace que la producción porcina sea más valorada por el público.
De cara al futuro, se prevé que este sector avance hacia una mayor sostenibilidad y automatización, especialmente en las regiones con infraestructuras y recursos óptimos, como el sur de Brasil y la región de la Pampa en Argentina. La apuesta por la agricultura de precisión y el uso de energías renovables serán dos pilares fundamentales para mantener la competitividad en un mercado global más exigente que nunca.
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